Cartas sobre la mesa

El escenario de hoy, como bien saben todos los amantes de la bicicleta, es uno de los recurrentes en los libros de historia del ciclismo: el monte Bondone es una de esas ascensiones capaz de convertir a un simple buen ciclista en un mito de este deporte . Todavía no sabemos si la ascensión de hoy pasará a la historia, pero sin duda representa el primer verdadero parteaguas de la 106ª edición del Giro. Este bien podría ser el comienzo de un nuevo paso en la carrera de João Almeida, un corredor más atacante, más ganador, dispuesto a vender caro su pellejo para llevarse a casa la Maglia Rosa, que por cierto lució durante 15 días en 2020. O tal vez sea el día en que Geraint Thomas se dio cuenta de que, después de ganar el Tour de Francia 2018, también podía ganar el Giro de Italia, emulando a su ex compañero de equipo Chris Froome, el único británico en hacerlo.

Las señales menos alentadoras vinieron de Primož Roglič, quien por primera vez este año mostró pocas grietas. Si, hasta hoy, el esloveno parecía tener las cosas totalmente bajo control, también a la luz de la contrarreloj cuesta arriba en el Monte Lussari, las perspectivas ahora son bastante diferentes. El capitán del Jumbo-Visma tendrá que encontrar el camino -y las piernas- para poner en aprietos a sus rivales. Por otro lado, este último ahora puede tener esa motivación adicional para tratar de construir una brecha más grande con él.

De todos modos, las cartas ahora están sobre la mesa: tres corredores, los tres más fuertes que quedan en la carrera, están a 29 ″ y los tres pueden contar con un equipo notablemente fuerte. Almeida parece estar tan en forma como siempre, Thomas está en su mejor forma desde 2018 y Roglič es simplemente uno de los mejores en las grandes carreras de su generación.

Todavía queda mucho por subir: Zoldo Alto y las Tre Cime di Lavaredo, antes de la contrarreloj de Monte Lussari. La impresión es que la de hoy fue solo la primera de muchas batallas. Sin embargo, cerremos con una nota para los amantes de las estadísticas: en la larga historia del Giro, quien lució la Maglia Rosa en la cumbre de Bondone siempre terminó usándola al final de la competencia. Thomas puede tocar madera...